Generalmente una actividad comercial que se dirige a través de canales de venta electrónicos es considerada como una actividad que gira en torno a principios y reglas completamente diferentes respecto a aquellas del comercio tradicional. Esto no es absolutamente verdadero!
Las actividades de comercio electrónico de hecho heredaron todas las características del comercio tradicional, más aún, algunas de estas representan un elemento imprescindible para el comercio electrónico.
Componentes importantes del comercio tradicional minorista como la integridad de la gama de los productos, la colocacion estrategica del ejercicio comercial (en plazas abarrotadas o calles principales), la correcta política de precios en función de los clientes, son todas características que resultan validas también en el comercio electrónico.
La primera cosa para preocuparse, para no tener sorpresas desagradables y desperdiciar el propio trabajo, es dirigirse a proveedores de tecnología de Web que aseguran una plataforma potente y confiable.
Una actividad de e-commerce bien gestionada puede generar un volumen de las ventas que a veces supera también las previsiones mas optimistas! Funciones tan avanzadas como la posibilidad de generar listas de precios diferenciadas, efectuar reportes estadísticos de las ventas, calcular en función de las características del producto los costos y los tiempos de envío , integran funciones de micro marketing generando newsletter dirigidos, todas estas constituyen factores críticos del éxito de la actividad de e-commerce.
Hoy, gracias al fuerte descubrimiento de la tecnología de la Web es posible usufructuar de servicios fuertemente especializados, dotados de interfaces de gestiones simples e intuitivas, en idioma español, todo afrontando costos de gestión muy bajos que oscilan entre los 20 y los 30 euros al mes.
Dado el fuerte desarrollo de Internet, una fundamental importancia esta cubierta por la colocación estratégica del ejercicio comercial, que en el caso del comercio electrónico se traduce con la elección precisa y cuidadosa de donde hacer abrir el propio negocio sobre los portales, los cuales son el paralelo de las plazas y de las calles de una ciudad virtual.
Ahora, cual es la componente intangible que conduce a los clientes a la compra de un producto? La confianza.
Ser confiable en el caso del comercio electrónico es más difícil que serlo en el caso del comercio tradicional. Comprar un producto en un negocio tradicional permite efectuar en persona, toda una serie de controles conscientes e inconscientes que en el caso del comercio electrónico no son posibles.
Generalmente los clientes tienen el temor de no poder valorar los productos directamente, en el caso de algún defecto en la mercadería, falta de entrega, etc.
Es cierto que factores como la eficacia de la descripción y de la imagen del producto, la velocidad de entrega de estos últimos, la posibilidad de dirigirse a un call-center para eventuales reclamos, juegan un rol decisivo a fin de que se instaure la confianza que esta en la base de una respuesta comercial, sea esta grande o chica. Al fin de asegurar lo mas posible los propios clientes, es posible certificar el propio negocio por una organización ad hoc, es decir, que concede su propia marca de calidad a los negocios electrónicos que adoptan determinadas metodologías buscando alcanzar la máxima confianza del servicio ofrecido.
En conclusión podemos afirmar que la gestión de una actividad de e-commerce, debe ser tratada en el detalle a la par de una actividad comercial de tipo tradicional, poniendo particular atención a la potencia de la plataforma utilizada, a la visibilidad del propio negocio electrónico y a la confianza de quien provee los servicios sobre aquellos se construye el propio negocio online.
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