El paisaje empresarial está cambiando. Las empresas demandan cada vez más el trabajo en colaboración, basado en la comunicación. El experto Evan Rosen sostiene en su último libro, titulado “The culture of collaboration”, que hay tendencias tecnológicas, culturales y económicas que están impulsando estas prácticas. Asimismo, asegura que el trabajo en equipo repercute directamente en la productividad y en el compromiso por la empresa. Para abordar este tema, Rosen ha repasado casos de éxito de empresas de sectores diversos en los que se usó la imaginación y las nuevas tecnologías para acabar con alguna barrera de comunicación que impedía el trabajo en colaboración.
En su libro ha testado cómo son las estrategias de comunicación y colaboración en las empresas de la famosa lista Fortune 500. Partiendo de esa información ha escrito una “guía” para que tanto directivos como trabajadores incrementen la cultura de colaboración en el marco de sus propias empresas.
Rosen considera que hay diez elementos culturales que están presentes habitualmente en los trabajos que se hacen en colaboración.
Confianza.
Para intercambiar ideas y crear algo con los demás, es necesario desarrollar la confianza. Es un reto, sobre todo en culturas organizativas competitivas. En cualquier caso, dice el libro, los directivos y empleados han de superar sus miedos para generar esa confianza y colaborar más libremente.
Compartir.
Acaparar información impide la libre circulación de las ideas y sabotea la colaboración. Compartiendo lo que sabemos estamos mejorando la creación colectiva por un orden de magnitud que hace que todo el mundo se sienta valioso.
Fines.
Darse un tiempo para consensuar los fines al inicio de un proyecto de colaboración proporciona el ímpetu para compartir esa creación.
Innovación.
El deseo de innovar acrecienta la colaboración. Y, en el sentido contrario, la colaboración aumenta la innovación, asegura Rosen en el libro.
Ambiente.
El diseño de los espacios físicos y virtuales tiene un impacto directo en la innovación y la colaboración.
Caos colaborativo.
Mientras que toda la gente requiere cierto orden, la colaboración efectiva necesita cierto grado de caos. Este “caos colaborativo” permite que surja lo inesperado, con lo que se obtiene retornos muy ricos.
Confrontación Constructiva.
Las grandes colaboraciones necesitan un intercambio de puntos de vista, lo que algunas veces significa una confrontación o una expresión de ideas candorosa. Quienes colaboran tienen que confrontar sus ideas hasta limar sus diferencias y hacer que su creación sea mejor.
Comunicación.
La colaboración está íntimamente ligada a la comunicación, tanto interpersonal como dentro de la organización.
Comunidad.
Sin un sentido de la comunidad perdemos confianza y comodidad. Por eso, la comunidad debe estar presente para que se de una colaboración efectiva.
Valor.
La primera razón por la que colaboramos es para crear valor, reduciendo el ciclo o el tiempo de desarrollo de un producto, creando un nuevo mercado, resolviendo un problema más rápidamente o aumentando las ventas.
Fuente: Tendencias Estratégicas
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